En todos hay un escritor. Por más escondido que este se encuentre. Algunas veces se manifiesta y quiere ser la voz de muchas voces y la de uno mismo. Ser testigo y narrador de nuestra historia, amigo y enemigo de nuestros miedos y alegrías, tratar a la realidad como una igual, subyugar lo indomable y liberar lo oprimido. Combatir la intolerancia en una guerra sin cuartel a palabra suelta. Desafiar a nuestra propia inteligencia y re-definir las reglas en las cuales se basa nuestra ya tan reestructurada sociedad. Pero lo más importante sea, tal vez, la indescriptible sensación que nos produce, el dibujar con nuestras palabras en la imaginación de otros.

Bienvenidos.

C.A.

martes, 10 de mayo de 2011

En la Isla...sentimientos encontrados...lo bueno, lo malo...viaje en uaua


Amigos, me he enamorado, debo confesarlo. La República de Cuba nos ha recibido de brazos abiertos y en lo personal me ha generado muchas inquietudes y sensaciones, me ha despertado un interés particular muy difícil de explicar. Me he enamorado de Cuba y de sus mujeres, pero no por su aspecto destrozado que más adelante les detallaré (hablando de Cuba) sino por un sin fin de motivos que me tienen la cabeza maquinando a full. Es que uno siempre escucha hablar tanto de Cuba, de su realidad, de tanta gente, de tantas perspectivas distintas, que no es fácil llegar sin prejuicios y con la actitud que al menos yo pretendo tener en cada ciudad donde entro, la de ir abierto a vivir el lugar, su gente, sus comidas, sus calles lo más alejado de aquellos pre conceptos que por alguna razón todos tenemos. Pues hay algo que es real, este es un lugar de contradicciones, de ideas opuestas que conviven juntas y sin duda se trata de un fenómeno muy difícil de entender así no más o de tratar de explicar desde una óptica sola. Lo que a mí me parece es que no se puede analizar este lugar simplemente viniendo a Varadero a sus hermosas playas y haciendo una recorrida básica por el centro de la Habana comprando los puros que la guía turística te propone.

Desde que llegamos, La Habana me ha impactado mucho, y realmente te hace pensar. Insisto que más que nada te hace ver contradicciones paralelas y cosas que es muy difícil pretender analizar desde la óptica 100% uruguaya, como seguramente suceda en otros países de realidades e ideas diferentes en todo el mundo. Lo que sí, por ahora me deja claro, que esta ciudad me genera más elementos para pensar y reflexionar que para sacar conclusiones, como lo han hecho hasta ahora varios amigos y conocidos que ya habían venido y me daban sus puntos de vista, hacia un lado u otro una vez llegados a Montevideo.

Me parece que estar en la Habana abre la cancha para debatir y comparar los dos sistemas más que nunca, el sistema capitalista liberal al cual tan acostumbrados estamos y este local, el cual no me atrevo a definir, ya que tiene una mezcla de distintos esquemas y no solo lo que pretendió ser un sistema comunista o socialista.

El día que llegamos nos fue a recibir al aeropuerto un ómnibus de la empresa con la que reservamos los hoteles, pero antes de subirnos fuimos a comprar un mapa para poder manejarnos en la ciudad. Ya en ese momento hubo cosas que me llamaron la atención. El mulato que nos vendía los mapas en el centro de información turística del aeropuerto era muy simpático, y cuando yo me acerqué al local luego de haber cambiado euros a CUC (Pesos intercambiables cubanos) él ya les estaba explicando a algunos de los chiquilines cómo llegar a las playas. Ahí nos quedamos, un ratito, hasta que le pedí uno de los mapas que tenían, pero él simplemente asintió con la cabeza y siguió hablando de las playas. Lo que me llamó la atención es que en lugar de tratar de vendernos ochocientos mapas de todos los colores, aprovechando que recién llegábamos como turistas, el tipo estaba más interesado en hablarnos de su país y de las distintas playas, pues al final, para él, era lo mismo que compráramos dos o quince mapas.

Una vez en el hotel, salimos a buscar un lugar para comer. Caminamos por el Malecón (alias Macondo) un par de cuadras y subimos a una plazoleta donde ya estaban un par de la generación almorzando, acompañados de un cubano, José. Comenzamos a entablar una conversación que terminó siendo más que interesante y fructífera, donde no sólo habló José, sino que se interesó mucho en saber de nosotros, de Uruguay y de Irán. Entre cervezas, cigarrillos Hollywood (hechos en Cuba) y un libro sobre la mesa que él había estado leyendo previo a nuestra llegada, charlamos de todo un poco, de su familia, de la nuestra, de ustedes, de ellos, de la salsa, de las cubanas, de los cubanos, de la arquitectura de la ciudad, muy rica para su época pero en muy malas condiciones, de los habanos y de la mar en coche. Esta es una ciudad que nos hizo acordar a todos a Montevideo, pero a un Montevideo quedado en el tiempo, en los 60, sin restauración, con coches viejos y una rambla hermosa... nunca tanto como la nuestra la cual es incomparable, pero un lugar hermoso para estar y pasarla bien.

Con José hablamos de la salud, algo que en los papeles es básico para todos los seres humanos, pero que en la realidad es el dilema de la mayoría de los países desarrollados y en proceso de desarrollo, desde los EEUU hasta la propia República Oriental del Uruguay. Aquí, cada cubano tiene acceso total a la salud, a los mejores médicos y a la asistencia gratuita total y eficiente, pero además la educación es absolutamente igualitaria y gratuita. Acá, si un estudiante debe venir a estudiar a la Habana, el Estado le provee el alojamiento, los materiales y la comida, para que pueda estudiar, fiel reflejo son varios uruguayos que nos encontramos que están estudiando medicina aquí. En Uruguay por ejemplo, como le pasa a varios de los que viajan conmigo o leen esta crónica, los estudiantes del interior tienen que invertir mucha plata para poder estudiar en Montevideo, e incluso los estudiantes de Montevideo deben hacer lo mismo. Esto que parece algo tan básico, en nuestros sistemas que tanto elogiamos no funcionan, y sin embargo en esta ciudad donde muchos critican porque no tiene todas las paredes revocadas, funciona y es igualitario para todos, así como no hay indigentes durmiendo en las calles. Asimismo, un bolígrafo es algo que los cubanos le piden al turista como un gran regalo. Las pláticas con José fueron un placer, y poder involucrarnos en una charla con un nativo el primer día de nuestra llegada como nos había pasado con Julio en México es lo que le da sentido a esta aventura y la hace distinta de un viaje de turista. De hecho, hasta los vendedores se percataron de que nosotros no somos el perfil de turista típico el cual viene aquí a gastar, sino que nos encararon de otra manera, más para compartir experiencias que para vendernos, porque saben que no gastamos un peso de mas.

Nos recibió un lugar de gente amable, de un ritmo absolutamente distinto al caos de México o la falsedad de Miami. Nos recibió la alegría, el ocio constante, las mentiras, los recuerdos de una época mejor, los grafitis del "che", la salsa, las sonrisas, el Malecón y las prostitutas. Déjenme decirles que nunca les aconsejo venir a Cuba después de un tiempo en México. En nuestro caso pasamos de la abstinencia no solo física sino también visual (México) a un lugar de mujeres realmente hermosas. Sinceramente no esperaba encontrar tanta cantidad de mujeres tan lindas físicamente y con unos rostros con una luz envidiable. Pues debo confesarlo, me he enamorado de las cubanas. Solo que hay un problema. Ya en la primera tarde, luego del almuerzo con José nos pasó que unas chicas nos chistaron, Santiago arquitecto fue quien se acercó mientras nosotros debatíamos de la vida de la langosta, y las chicas le dijeron que a las 8 iban a estar ahí. Inmediatamente me acordé de los cuentos de amigos que estuvieron aquí por lo que le dije que seguramente le harían pagar la ronda y luego le cobrarían por un rato de sexo. No pudimos ir a las ocho, pero después pasamos por el boliche del hotel y apenas entré una mulata me agarró la mano recriminándome por haberlas dejado plantadas antes a lo cual mi respuesta fue:

- Fue con mi amigo con el que hablaste, pero de todos modos yo no soy lo que buscas ya que soy estudiante, sudaca y no tengo plata - a lo cual ella inmediatamente me soltó la mano y asintió con la cabeza, ya que era clarísimo lo que buscaba.

Lamentablemente desde que llegamos, todas las cubanas con las que nos hemos cruzado, la mayoría de ellas absolutamente hermosas, te quieren cobrar, sean ellas prostitutas profesionales con sus fiolos o simplemente chicas que se quieren divertir, pero al ver que uno es turista no pierden la oportunidad de poder hacer algunos pesos extra que en este país donde un sueldo promedio por mes son 17 dólares vienen muy bien. Esto me tiene frustrado, porque vengo de una abstinencia total por varios días, para pasar a un lugar de hermosas mujeres donde no pudimos tocar a una sola.

Pero independientemente de eso, nos encontramos en un lugar donde hemos caminado con nuestras cámaras colgando del cuello por calles que en Montevideo me daría terror hasta mirar para adentro y hemos vivido un sin fin de experiencias que nos hicieron sentir que estábamos en un lugar absolutamente distinto al nuestro. Gran parte de La Habana está actualmente siendo restaurada, en una movida conjunta que comenzó siendo apoyada por la Unesco y que sigue desde hace unos quince años bajo la supervisión de un grupo de profesionales del gobierno cubano. Las obras van muy bien, y en estos quince años han podido restaurar completamente un tercio de todo lo que se habían planteado, especialmente en la zona del Malecón y la Habana vieja. Todo esto nos contaron algunas personas vinculadas con nuestra facultad que nos recibieron muy amablemente y en grupos de a veinte aproximadamente nos hicieron un mini tur por la zona explicándonos los pormenores de los proyectos y contestando nuestras preguntas. Esta gente era la que actualmente está a cargo de todo el movimiento, sociólogos, arquitectos, economistas, historicistas y otros profesionales. Fue una tarde absolutamente disfrutable donde obviamente evitamos los restaurantes para turistas y nos metimos en los recovecos, donde comemos unos sandwiches de jamón y tomamos cerveza muy barata, cada una a unos $10 uruguayos cuando en todos lados te la cobran a unos $20. Una de las tantas cosas que chocan acá, es que hay una Cuba para los cubanos y una Cuba para los turistas. Desde que llegamos nos aclaraban esto pidiéndonos que nos mantuviéramos en el margen de los turistas, pues los que nos pidieron eso son una manga de ineptos acostumbrados a recibir a los chetos de Suecia, España o Uruguay, no sea cosa que se vayan a contaminar del populacho cubano, manga de giles. Ta, perdón, me calenté. Nosotros hicimos todo lo contrario y fue realmente enriquecedor y fructífero, y ojo que la idea no es ni hacerse el hippy-cheto ni el rebelde que se compró un gorro del Che para hacerse el malo, fue con la real convicción de vivir al máximo este viaje como se debe vivir (según mi criterio).

Esta Cuba para turistas, es más linda estéticamente y se cotiza en CUC, donde 1 CUC equivale a 1 Dólar aproximadamente. Pero la Cuba de los cubanos se cotiza en CUB, pesos cubanos como le dicen ellos, donde cada CUC equivale a unos 24 cubanos. Nosotros nos escabullimos en el mundo de los pesos cubanos, en el de las calles angostas, viajamos en "uaua" y en camiones, comimos en los "paladares", nos tomamos unos rones con José y su amigo Jimmy, director de la radio fusión cubana, lo único que nos faltó fue intimar con alguna cubana para que la experiencia fuera completa.

Le dijimos a José que queríamos comer comida, que estábamos podridos de los tacos mexicanos y de las hamburguesas horrorosas de la Habana, y nos llevó a un "Paladar". Un Paladar consiste en la casa de algún cubano, que la pone un poco más pipi cucú y le cocina normalmente a extranjeros. El extranjero va a la casa del dueño del Paladar y come comida local. Nosotros fuimos varios, Popi, Santi Hernandez, Santi arquitecto, el Marto, Laurita, la Negra y Aliné (en alguna de las fotos de Facebook los etiqueto a todos para que vean quienes son). Nos partimos la boca comiendo ensalada mixta, arroz gris (arroz con frijoles), langosta y plátano frito acompañados de la entrañable cerveza bucanero, birra cubana de 5.4% de alcohol muy rica y fuerte. el plato nos salió 10 CUC, que acá es un dineral, equivalente a $200 uruguayos. Comimos bien, pero previo a la comida tuvimos una charlita con José en el living del paladar, mirando tv cable, conseguido de manera ilegal y bastante cara. José nos comentaba del sistema alimenticio y del tema educativo. Esta charla en lo personal me dejó pensando mucho y me impactó bastante. Entre tantas cosas, nos mostraron las libretas de abastecimiento donde cada familia tiene marcada la cantidad de alimentos y productos básicos del mes, lo cual obviamente no da para nada. Lo más salado fue enterarme, que el grosso de la gente no consume leche después de los siete años de edad! El Estado abastece a los niños de leche en polvo Conaprole hasta los siete años de edad, pero luego de eso, la leche en polvo hay que conseguirla en el mercado, que ellos llaman el "choping" y sale carísima, por ende, el cubano no consume leche después de los siete años! A mí, esto me mató, ya que para cualquiera de nosotros la leche es lo básico que tomamos todos los días. Ahí me acordaba de vos Tándis cuando dejas la mitad de la taza de leche del desayuno, y de todos los que siempre hacen eso. El promedio del cubano, NUNCA PROBÓ LA LECHE LÍQUIDA, esa lechita de vaca que nosotros compramos de a 2 o 3 litros por día en el súper. Pero asimismo, todos los niños, sin excepción tienen acceso a la salud, a la educación y a la leche (hasta los siete años, lo cual corresponde a la edad hasta que se precisa la leche), mientras que en nuestro Montevideo querido, muchos, muchísimos niños no acceden a ninguno de estos "privilegios" que deberían ser el derecho de todos. Esos niños, que duermen en la calle y que crecen en la calle, con más acceso a la pasta base que a un plato de comida, se contrastan con los niños de la Habana, que tal vez no tengan tanta comida como los de Carrasco, pero que sí o sí acceden a lo otro. Ahí me preguntaba, cuál sería la respuesta de un indigente uruguayo y de un niño de Carrasco uruguayo a la siguiente pregunta:

¿Preferirías vivir en Cuba o en Uruguay? Creo que las respuestas serían obvias dependiendo de cada cual.

Lo que vi yo, es que acá la gente es muy vaga y está acostumbrada a un sistema en decadencia que ha ido mutando con los años. Todos se quejan ante el turista, pero si los miras sin que ellos se den cuenta, ninguno, ninguno está estresado en lo más mínimo. Todos son fornidos, hacen deporte, estudian y se forman, tienen dentaduras perfectas y terminan arriba en el medallero olímpico. Claro, las calles son sucias, descuidadas, hay muchas casas con peligro a derrumbe y un shampoo puede ser un regalo maravilloso, pero nadie hiede como en Montevideo. Es todo muy raro, pero se quejan y no laburan nada, porque el sistema funciona para todos por igual. Todos tienen un techo, todos comen y tienen acceso a lo que ya mencioné. Para mí, esa es la clave para que hasta el día de hoy aún no haya habido una rebelión contra el régimen, más allá de todo, la gente vive y tiene acceso a muchas cosas que son la envidia de otros pueblos y bien o mal se la rebuscan para sacar algún manguito extra. No tiene los lujos de la vida capitalista liberal, pero tampoco están endeudados pagando hasta la eternidad sus celulares y autos nuevos, como dije al principio, es todo muy contradictorio.

Hemos viajado hacia las playas del este cuyas fotos ya verán, pero obviamente lo hicimos en la "uaua" y en los camiones. La uaua es un ómnibus colectivo bastante particular, lleva gente como tres bondis llenos en Montevideo en la hora pico, ósea, todos pegaditos unos a otros. En uno, yo quedé contra la puerta, con la mitad del cuerpo hacia fuera, y de repente, no sé cómo, el ayudante del chófer apareció por atrás al grito de "cierra y nos vamos", y me apoyó de tal forma que nos comprimió a todos en el bondi, y definitivamente la puerta se cerró. Así viajamos, con los gritos de los cubanos pisándose y haciendo lugar. Otra vuelta la hicimos en un camión, que cuando uno lo ve venir parece un camion de refugiados. El camión tiene en su parte trasera, asientos corridos contra los costados donde algunos van sentados mirando hacia fuera y en el medio la gente parada agarrada de las barras tipo cutcsa que cuelgan del techo. Estos camiones tienen onda porque van con la salsa o el regeaton (se escribe así?) al mango y la gente va bailoteando y de mas.... así viaja muchas veces el pueblo, ese del que el turista debe alejarse según los promotores turísticos. Ese populacho es la gente amable, alegre, la que te ayuda y te hace pasar un rato ameno.

También supimos estar en la marcha del primero de Mayo por la avenida central y la plaza de la revolución. Panteras FC sabrán ver las fotos con la casaca. Una caminata para la cual nos levantamos a las 4am y partimos del hotel caminando hasta el punto de comienzo, y a eso de las 7 arrancamos, metidos entre el sindicato médico, con la bandera uruguaya charlando con la gente y saludando a Raúl Castro y las cámaras. Debo confesar que toda la movida del primero de Mayo fue mucho menos impresionante de lo que imaginábamos todos, pues no hubo discurso ni nada, simplemente desfilamos por una avenida recordando las viejas épocas cuando íbamos con la escuela a desfilar por 18, el 18 de Julio como unos papanatas. Lo curioso eran los tipitos que iban moviéndose entre la gente con los altoparlantes gritando "Viva la revolución", mientras la gente seguía en la suya a lo que el tipito insistía "no se escucha, viva la revolución" y cuatro flacos gritaban después de él, pero no mucho más. Había además muchos cartelitos de los cuales nos trajimos uno, todos hechos con la misma letra repartidos entre la gente que decían "La revolución es obra de la juventud" o algo así, los cuales terminaron en el suelo apenas pasamos la plaza donde estaba Castro, al igual que como fueron bajando las banderas y las pancartas y en un acto reflejo dinámico cada cual siguió para su casa. Lo que vi yo al menos, es que pocos de los que allí estaban habían ido por su propia voluntad, pues aquel trabajador que no fuera, iba a tener descontado un día de trabajo, pero además quedaba marcado por sus compañeros lo cual no sería conveniente.

Tengo tanto para contarles de Cuba, pero a esta altura deben estar recontra embolados. Espero que lo lean en tandas.

Cierro con una charla exquisita con una vendedora de chucherías, Jaqueline, quien nos enteramos era Psiquiatra y tenía un máster, que había militado en el partido comunista, que amaba a Fidel, pero no estaba de acuerdo con el funcionamiento del Estado Cubano, el cual al igual que cualquier otro sistema no escapa a la miseria del Hombre y la corrupción. Jaqueline me conmovió tanto como yo a ella, pues todo surgió porque al no querer bajar el precio de algunas cositas que compramos, yo me fui de la tienda diciéndole que los precios eran para turistas europeos y que nosotros éramos estudiantes de Sudamérica. A ella eso la tocó, y cuando volvimos a pasar nos dijo que pasáramos, y luego de que nos dijera que nos lleváramos lo que queríamos al precio que quisiéramos, empezamos a conversar. Ella, al igual que casi todos los cubanos era muy pro estudiantes, de hecho tiene dos hijas estudiantes. Nos dijo que siempre apoyaría a los estudiantes, y entre palabras nos decía que nosotros éramos afortunados, ya que podíamos viajar. Ella quisiera que sus hijas pudieran hacerlo, pero no pueden, no por un tema meramente económico, sino por una restricción gubernamental. Ella, con su máster en psiquiatría, gana más en comisión vendiendo estatuitas a los turistas que trabajando en lo que es su pasión y eso la entristeció, y a mi también.

Así que qué decirles de Cuba más allá de todo lo anterior? Lo único que sé es que en cuanto este régimen caiga y el capitalismo toque las puertas de la isla, a este pueblo se lo come, se lo devora. Los cambios serán muy radicales sea cual sea el resultado. esta gente no está acostumbrada a trabajar, viven en una nube paralela al mundo donde a pesar de no tener muchas cosas, tiene otras y viven... y flotan, y tienen un ocio terrible, están al pedo muchísimo tiempo y sufren una especie de congelamiento en el tiempo.

Amigos, esta crónica se fue al joraca... pero llegarán otras pronto. Las fotos que mencionaba en el mail anterior las subí, la casa Gillardi especialmente. Iré subiendo mientras pueda. En realidad en este momento que estoy terminando este capítulo sobre Cuba estoy en Playa del Carmen, por lo que vengo un poco atrasado, pero me iré poniendo al día. Gabi, Jack estuvo en "La bodeguita del medio", boliche muuuy conocido donde supimos tomar el mejor mojito del mundo... Panteras y bolsilludos, las camisetas están saliendo en todas partes. Familia, no me extrañen!

Hasta la próxima.

Salute!

Ali

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajú, comprendo y comparto tus apreciaciones sobre ese maravilloso país. Sólo me gustaría acotar dos cosas:
1- Si partimos de la base que el hombre no es un bicho bueno y que ser el más evolucionado no determina necesariamente que sea el más inteligente, cosas de las cuales yo estoy convencido, podemos advertir que ningún sistema funcionará jamás, y menos para la totalidad de la masa, la cual será más estúpida y difícil de administrar mientras más grande sea (paradójicamente, la decisión de la mayoría sigue siendo la mejor de nuestras opciones, y esto es un problema que no tiene solución si dependemos puramente de la buena voluntad del ser humano, el cual no tiene mucha).
2- Concuerdo también en lo que decís sobre el sistema y la sociedad cubana, que seguramente sufra una fractura grande si el capitalismo de las afueras irrumpe de un día para el otro en su territorio, pero asimismo creo es que Cuba es, quizás, uno de los pocos países que, si este sistema que tenemos hoy, el cual OBVIAMENTE no anda bien como está, cae primero, puede llegar a mostrarnos una alternativa.
Que pases muy bien Jajú, que disfrutes y que aprendas mucho!
Abzo!