En todos hay un escritor. Por más escondido que este se encuentre. Algunas veces se manifiesta y quiere ser la voz de muchas voces y la de uno mismo. Ser testigo y narrador de nuestra historia, amigo y enemigo de nuestros miedos y alegrías, tratar a la realidad como una igual, subyugar lo indomable y liberar lo oprimido. Combatir la intolerancia en una guerra sin cuartel a palabra suelta. Desafiar a nuestra propia inteligencia y re-definir las reglas en las cuales se basa nuestra ya tan reestructurada sociedad. Pero lo más importante sea, tal vez, la indescriptible sensación que nos produce, el dibujar con nuestras palabras en la imaginación de otros.

Bienvenidos.

C.A.

martes, 26 de mayo de 2020

Odio en Tiempos del Corona - Braulio Kröger



Entreverada en la maraña repugnante de consecuencias, malas y buenas, que trajo esta campaña mundial para desenmascarar cobardes y pusilánimes, me doy cuenta de que tengo que comprar una reposera nueva.
Esta situación se presenta de manera poco práctica, ya que mientras escribo, sentado en mí, ahora rota, silla, lo que sería un momento de relax en la playa después de una sesión de surf, se transforma en un hecho de violencia hacia mi persona.  
Un helicóptero circunda el espacio aéreo inmediato y dos camionetas de la policía, repiten un mensaje de exhortación a la población para que permanezcan en sus casas y así evitar la aglomeración de personas, a escasos 5 metros de mi posición.
Triste realidad, por varios motivos; el primero es que, en la playa del Pinar, en este momento hay 5 personas, en un espacio que me animo a calcular como unos 2km cuadrados, con una distancia entre cada uno de nosotros de, basado en los mismos parámetros de cálculo, 600 metros.
 Las huestes del flamante ministro del interior, al cual los medios insisten en mal pronunciar su apellido, Larrañaga; por más que él mismo, muy solapadamente, nos ha dejado saber que, la “L” suena como una “D” apagada y la “RR” reproduce un sonido y entonación muy similar. (ðaðañaga).
 Siempre estuve de acuerdo y apoyé el derecho inherente a los individuos a llamarse y nomenclaturizarse como ellos deseen, y no veo porqué, a este señor nadie parece respetarle, ni secundar su reivindicación de identidad.
Decía entonces, los marines uruguayos no cejan en su esfuerzo por repetir un mensaje que claramente no está surtiendo efecto y que, tampoco aplicaría en el contexto inmediato, aquello que trata de impulsar.
No solo no puedo concentrarme en mis letras, si no que me invade un desasosiego profundo, cuando veo lo ridícula que es esta situación, toda ella, y el obvio reflejo, de nuestra y muchas otras sociedades ante las medidas impuestas para salvaguardarnos de esta pandemia mundial.
Si han llegado hasta este párrafo, creo que es mi obligación decirles que lo que sigue, dista mucho de tener un tinte sarcástico, todo lo contrario, así tampoco lo tuvo el contenido que lo precede, esto está ocurriendo en el mismo momento en el que lo escribo.
(Voy hasta mi vehículo a buscar mi tabla, ya que los ciervos públicos siguen con el altavoz, vuelvo a las olas. Conozco sus rutinas, en breve el rancho estará pronto y tendrán que ir a comer.  El helicóptero ya se retiró, me imagino un tema de costos).
*Gran sesión de olas, el pico totalmente vacío, salvo por dos surfers que, por su altura y rasgos generales, diría que tienen unos 12 años. Entraron a la rompiente unos 30 minutos después de mí; tuve que explicarles el significado del vocablo “exhortación”, ya que ante la repetitiva y monótona sugerencia de los, nuevamente apercibidos policías, estaban considerando salir del agua. Escucharon atentos y logré convencerlos. Compartimos las olas durante 3 horas más, siendo cuidados por los efectivos que velaban por nuestra seguridad desde las orillas del rio de la plata.

(Nuevamente en mi reposera averiada)
Los problemas no empezaron en China, o cuando, como enajenados buscaban al paciente cero. No, todo empezó a reventarse cuando el idiota original, el imberbe mal nacido, que algunos círculos de gente que conozco, SI, están tratando de localizar, creo el Hashtag #quedateencasa.
En ese momento, la salva de tarupidos y cobardes a los cuales poco y nada les ha pasado en su vida de sillones y experiencias adquiridas por osmosis de otros que sí, vivimos la vida sin miedo, comenzaron a tomar control de la realidad y transmitir, como nunca antes, sus miedos y falsa moral, solventados por estados que, en algo solo equiparable a una verdadera pandemia, se dejaron convencer por una OMS geriátrica y con la misma credibilidad que tienen hoy las naciones unidas.
No puedo, ni estoy dispuesto a seguir viviendo en un mundo controlado por una caterva de temerosos capones. El universo entero parece haber sido tomado por los que se sientan en la tribuna de los esfínteres fluctuantes. (No hay necesidad de aclarar que tribuna de nuestro estadio centenario es esa, todos sabemos cuál es, incluso los que calientan sus nalgas en ese asfalto y tal vez ni eso, porque seguramente se llevan un almohadoncito).
Por ahí leí un pasaje de un tal Gustavo Berriel que dice:
“Miles de Personas alrededor del mundo estamos sintiendo que hay algo “raro” con la presente pandemia del CV. La cosa adquiere realmente, por momentos, rasgos de “ingeniería social”, en cierta clave “orwelliana” (1984)…Ojo con la atmosfera de opinión fascitsoide de “pensamiento único”, que se va instalando, con vecinos vigilando a vecinos y un intento creciente de censura de cualquier tipo de opinión “rara” sobre el tema.”

A pesar del uso exagerado de comillas inciertas, el mensaje es claro y repercute, como resultado de un proceso natural, al cual todas las personas con cierto nivel de sentido común han llegado.
No es necesario tener una maestría en virología o en su defecto economía; para hacer una simple línea de razonamiento de que, si la única opción para salvarnos de esta horrorosa peste es la cuarentena total por tiempo indeterminado con ningún tipo de plan de acción asociado, de absolutamente ninguno de los gobiernos afectados en mayor o menor grado. La conclusión es una obviedad sobrentendida. De una manera u otra vamos a morir o, en el mejor de los casos, salir muy mal parados de esta situación.
 Es hora de pasar a los hechos, y salir un poco de las opiniones, de la que soy una bóveda repleta de ellas.
Por un lado, tenemos a una OMS, que parece estar gozando obscenamente de una situación que por primera vez en la historia la sitúa como un órgano al cual los gobiernos parecen escuchar. (Si tienen tiempo y voluntad, los invito a revisar la historia, penosa, de esta organización y su directo organismo fundador)
Esta versión de los hechos es la que todos conocemos, o al menos la realidad impulsada por la institucionalidad, la historia oficial, la línea narrativa que dispone de todos los recursos. Los mercaderes del miedo se agarran a esta distopia plagada de agujeros para crear una sensación de constante incertidumbre. No es mi interés ahondar en el análisis de opinión, de algo en que estoy totalmente en contra, considero que haberle dedicado el párrafo anterior fue suficiente.
La narrativa alterna, la cual está conformada y formada, por autoridades de los diversos campos a los que este disparate afecta, tiene una marcha y estética diferentes. No apuesta al horror ni al manoseo de la privacidad de nadie porque decidió salir a caminar por la playa o saco a sus hijos al parque. Explica y demuestra con hechos basados en realidad, no en proyecciones, siguiendo el único proceso por el cual, la ciencia, le ha pasado siempre el trapo a la religión por ende al miedo, el método científico.
En las redes, hay varias personas que están compartiendo fuentes argumentativas a esta, por llamarla de alguna manera, versión alternativa de los hechos, pero, sin duda Aldo Mazzucchelli es una de las voces que, en las plataformas sociales ha realizado un trabajo, a mi entender, consciente, extenso y por sobre todas las cosas desinteresado, sobre la más que obvia realidad de los acontecimientos.
Desde transcripciones, traducción de notas y escritos, a simplemente compartir distintas fuentes, sin importar la tendencia, pero sí el contenido, ya que, y esto les dolerá a muchos, uno no puede ni debe dejar de lado ninguna fuente de información solo por el hecho de no estar de acuerdo ideológica/filosóficamente con ella. De hacerlo, a modo de ejemplo, podríamos dejar de lado a Copérnico o Galileo, simplemente porque mi realidad no se ajusta ella… espero que no piensen distinto de los creyentes después de leer la anterior frase. No son los únicos, también en las ciencias sociales tenemos sacerdotes y feligreses, pero es otro tema, igualmente de repugnante y extenso.
Retomando, entre el material compartido se encuentra una entrevista con el Doctor alemán Knut Wittkowski, una de las tantas autoridades que están respondiendo e informando de la forma en que muchos, esperábamos de la comunidad médica.
En breves y resumidas palabras, el concepto que este especialista en bioestadística y epidemiologia, nos ilumina con lo siguiente. Como en absolutamente todas las enfermedades respiratorias, a los que más debemos cuidar es a las personas mayores y/o aquellas con precondiciones existentes. Ya que la tasa de mortalidad de estas enfermedades se alinea a las del COVID-19.
El otro punto interesante y que coincide con otros especialistas es el tema del aislamiento, el mismo nos dice, contribuye a una aceleración del contagio y enlentecimiento de la desaparición usual de este tipo de enfermedades. (Determinada en 4 semanas)
La suposición, equivoca, es que hay que “aplanar la curva” de contagio, cuando siempre, en este tipo de pandemias (sí, tenemos pandemias siempre) la estrategia ha sido la contraria. De esta manera, con el aplanamiento de la curva, la exposición del virus se incrementa y mantiene al mismo saludable por mucho más tiempo.
Entre otros datos reveladores, afirma, sin ningún tipo de duda, la fatal inferencia gubernamental global, que como sabemos, históricamente, es el origen de casi todas las desdichas de nuestra estólida humanidad.
Por último, desmitifica la tasa de mortalidad, con una regla de 3 simplísima. Algo que cualquiera de nosotros podemos hacer.
Nunca será lo mismo medir el resultado de algo basado en la muestra sesgada de un total. Si mi dividendo no es la suma real de contagiados y mi divisor tampoco es el número real de decesos, mi cociente solo será un numero aleatorio con fines propagandísticos.
Facilito, para aquellos que hablan el idioma del Empire State, la entrevista completa.
El link de la entrevista: Knut Wittkowski

 Me aburrí, después de 5 horas en la playa vuelvo al lugar donde me estoy hospedando, los ciervos públicos, se retiraron hace largo rato.

Miedo…los vigilantes de la pandemia… fake news…

La ecuación del miedo es simple, infalible y funciona de manera lineal, irrazonable. Si yo tengo miedo, todos deberían tenerlo, entonces aquellos que no lo tengan deberán sufrir persecución y amenazas, entonces... miedo. En palabras de Zach de la Rocha, inspiradas estas en las de Noam. “Fear is your, Fear is your, Fear is your only god.”
Todo tristísimo, es como vivir en la distopía del reino de los cagones.
Para ese grupo simpático de seres a los que les gusta establecer analogías futboleras para todo lo que acontece en sus pobres vidas, la frase anterior se reduciría a un simple: Brasil nos volvió a ganar por goleada, si, orientales, hoy somos más cagones que el pueblo más cagón de la tierra.
Brasil, hoy gobernado por un prototipo que parece tener cierto auge en el mundo despreciable de la política, se caga en los lineamientos y procede a llevar una vida mucho más laxa al enfrentar a esta “gripe con marketing” como la llaman en la cúpula del poder, de esta colonia portuguesa.
Este gran asentamiento con ínfulas de república federativa tiene una población de 210 millones de personas, y esta terrible pandemia les ha costado 5000 muertos *
*Datos al 9/5/2020
Comparativamente con años anteriores, Brasil, esta experimentando una baja en decesos con respecto al último lustro.
Al que le interese y tenga deseos que se proyecten más allá del de re-postear noticias de otros en sus muros, pueden encontrar estas cifras en las páginas gubernamentales de este rancherío que ocupa media Sudamérica.

 Pero, claramente, este último ejemplo solo demuestra que, debido a que la dirección de un país es precedida por un incapaz, todos vamos a morir y, por suerte nosotros no, ya que las medidas de aislamiento que nuestro gobierno adopta, etc. etc.
El otro recurso más común, para desacreditar a aquellos países que no se alinearon a los zoquetes de la OMS es el de usar de ejemplo a modelos similares, como USA y UK. ¡Y miren como están! Fosas comunes, y gente muriendo en las calles, y no hicieron caso y…
Todas estas escuelas de pensamiento se basan en politizar las decisiones en izquierdas y derechas, azules y rojos, conservadores y liberales. Volviendo nuevamente a dejar de lado, en un ostracismo digno de simios con metralleta al único método que debió de ser aplicado desde un principio. (Método científico)
*Contagio:Culturas, Portadores y la Narrativa del Contagio.
Observa y establece, que la ciencia, a partir del descubrimiento de la bacteriología y su posterior desarrollo, destrona a la iglesia como la voz portadora de conocimiento en referencia a contagios y orígenes de las pestes. Es decir, sustituye el mito por ciencia y de esa manera se establecen los cimientos de las prácticas y narrativas de cuidados y tratamientos que conocemos hoy. El problema surge cuando los jóvenes Estados, adoptan estos nuevos conocimientos, crean agencias y ministerios, pero, no se puede deshacer totalmente del mito establecido por los órganos de control eclesiástico durante tantos siglos.
Esto, politiza y le da tonos de pertenencia a las pestes y enfermedades. Primeramente, la más notoria es, sanos y enfermos, pero también, genera comportamientos que van de la mano con clases sociales, racismo, nacionalismo extremo etc. El autotest más claro y eficaz que podemos realizarnos es preguntarnos qué imagen aparece en nuestro imaginario, cuando tratamos de crear en el concepto de India o China, o el sentimiento que nos produce, sobre todo este último país, después de tenerlo como “sitio 0” de este último brote de SARS.
Parecemos no ser capaces de incorporar que incluso estando diametralmente en mundos opuestos, filosófico-políticos, hay estados que pueden estar haciendo las cosas diferentes y obteniendo un mejor resultado que aquellos que se deciden por acatar los disparates basados en las proyecciones de la OMS.
México, Japón y Suecia, se encuentran entre los países que optaron por llevar, también, una estrategia menos agresiva y los resultados están al alcance de todos en las páginas oficiales de estas naciones. (Paginas oficiales de organismos estatales, NO medios de prensa.)
Cualquiera puede establecer la abismal diferencia entre USA y Suecia, así como entre Brasil y Japón.
Volviendo a la ecuación del miedo, parafraseada anteriormente, el relato no puede existir y menos sostenerse, si no tiene seguidores, y menos aún, si es desafiado con argumentos que lo vuelven invalido, es decir pasa al plano de lo irreal.
El estado y sus instituciones, como principales porta estandartes de esta construcción, no pueden permitir detracción, bajo ningún concepto, sea esta pandemia o negar que se asesinaron inocentes, cometieron magnicidios o que la democracia es una maquinaria que se sostiene con la contribución de grandes capitales a organizaciones políticas que firman un contrato de dependencia y retribución de favores… ¿ese es otro tema? No, pero si demasiado tangencial para el que hoy estoy tratando de bajar.
Decía, el Estado, baja sus lineamientos, obedeciendo las condiciones impuestas por la OMS.
El Estado pregona terror y pone en movimiento las pertinentes medidas para ajustar ese pánico, ante aquellos que no se adhieran. (Esto lo hace siempre)
La sociedad, presa de este falso sentido de protección que brinda una corporación como lo es el Estado, acata y se vuelve en contra de todo aquello que desafía la versión oficial, lo vuelve “el enemigo”, “Los irresponsables”. Acalla y desacredita con una fe casi doctrinal cualquier tipo de argumentación que se le intente tirar delante de sus ojos vendados.
Ante la mecánica del debate, surgen, las corrientes de noticias falsas.
Esto es un signo de nuestros tiempos, más que nunca, las “fake news” están al alcance de todos, no solo la posibilidad de consumirlas, sino también, la capacidad de generarlas. Las materias primas están a la disposición, de cualquier gaznápiro con un mínimo de 150 gramos de masa cerebral.  Que sin ningún tipo de resabio de conciencia será capaz de generar, alguna vez en su vida, al menos una línea de noticias falsas. Si yo lo he hecho alguna vez, ya que soy una persona carente de cimientos morales, imagínense lo que puede llegar a crear alguien peor que yo, y con una reserva de capital que no esté sujeta a un único ingreso, resultado del tráfico de órganos, como si lo está, la economía de quien escribe.
Durante esta “pandemia”, hemos visto desde enterramientos masivos en New York, hasta seguir esperando la segunda ola, de la segunda ola, de la segunda ola, de la segunda ola, que va a ser peor que la segunda ola.
Mata sanos de una tristemente célebre mutualista, rasgándose las vestiduras, compartiendo audios desde el 103, de cómo los hospitales estaban saturados de gente muriéndose sin gasas sin respiradores, sin médicos, sin…enfermos.
Hospitales de campaña, construidos en el central park que debieron ser desmantelados ante la falta de pacientes.
Videos inspiracionales donde te muestran cuanto son 100 personas, de las cuales, VOS, dijiste que “solo tenemos 100 muertos” SO RE TE, mira, acá tenes 100 personas, incluyendo niños, entre ese grupo… ¿No te da pena? ¡Obvio que no! ¿Sabes por qué? ¡Porque sos una escoria! (No recuerdo bien el dialogo, pero esa era la estética nauseabunda del video publicado por uno de los tantos carcinomas malignos que tienen una cuenta en las redes sociales y publican cosas)
El campanazo, por el cual la manada de cagones mundiales tuvo que salir a comprar papel higiénico para abastecerse precavidamente, ante los raudales de materia que sus cuerpos secretarán como resultado de su condición, es la prima dona de los miedos intrínsecos que convive con nosotros desde que pensamos que sabemos quiénes somos, la muerte y, en este caso, los números de muertos.
En párrafos anteriores, parafraseo los números de fallecidos en Brasil, observando que las muertes por enfermedades virósicas presentan una mejora en el último lustro. Obviamente para los traficantes del miedo, este ejemplo no sirve, Brasil no observó una prohibición social a raja tabla, gracias a varios factores todos ellos muy brasileros, y según la narrativa establecida, su número de decesos es casi una consecuencia meritoria por no acatar los lineamientos de la OMS.
En cambio, si vamos a España, este sí, fue un estado que salió con toda la fuerza de su lamentable y rica historia plagada de malos pasos y monarquías que aun hoy conservan su triste y vomitiva figura. Reprimiendo a una población mayormente temerosa y católico cristiana, que obedeció las reglas impuestas por las mismas instituciones que los obligo a vivir en una de las dictaduras más largas de la historia. Ellos si, según los medios de prensa, sufrieron pérdidas humanas como nunca antes en la historia de la humanidad, los hospitales repletos de personas muriendo, ahogadas, no nos olvidemos de los niños, los niños siempre rinden en la ecuación del sufrimiento y la empatía.
¿Es esto así?  Parecería que no. Según los números extraídos del instituto de Salud Carlos III (Carlos III????) a este país le fue mucho mejor en Diciembre-Marzo 2019-2020 que en el mismo periodo, 2014-2015.  Es más, en diciembre 2019, se registraron menos decesos que en los previos 6 diciembres. La información esta, donde debe de estar, búsquenla. No recuerdo a los canales de noticias, mostrar imágenes de centros de salud, colmados en su capacidad, como suele ocurrir, todos los años.
Italia, ah sí, il bell paese, en absoluto la dejé para lo último por un tema de preferencia, tan solo fue aleatoriamente, ya que, en lo personal, nada de lo que pasó en Italia merece una sola primera plana, al menos no la retórica inmunda que eligieron los medios de comunicación.
En Italia la construcción del miedo se desarma muy fácilmente, los números se repiten, en el periodo 2016-2017, Italia registró aproximadamente la misma cantidad de muertes que por el COVID-19 2019-2020. Promediamente, en los últimos cuatro años, las cifras muestran 17.000 muertes por enfermedades infecciosas, de acuerdo con una investigación publicada por el International Journal of Infectious Diseases, para el país con forma de bota.
Sin embargo, la prensa, usa los datos irrefutables, y los dibuja al servicio del relato que vende más. Sabido es que nada podemos esperar de ellos, en cambio creo que todos esperábamos mucho más de los médicos. Pero, salvo por algunos dispersos por el mundo, los cuales han sido perseguidos, censurados y ridiculizados, la media normativa ha sido, y me remito a los inimputables del sindicato médico del Uruguay como ejemplo, pedir la cuarentena obligatoria. Basados en un razonamiento que me atrevo a decir, con el mismo atrevimiento e ignorancia que los miembros de esta agrupación usaron para pedir una medida tan impracticable, que solo podría ser considerada como inteligente si hubiera sido formulada por una ameba a la cual por alguna casualidad cósmica se le hubiera dado la capacidad de hablar. Tal vez, no esta tan lejos de lo que pasó…

Datos/Daños reales…Pestes…Flexibilizaciones
Ahora sí, las verdaderas muertes y consecuencias de esta pseudo pandemia.         
  • 80% de la fuerza laboral del mundo afectada.
  •  Alto impacto en el ámbito microeconómico. (En algunos mercados se calcula en 7 trimestres, la recuperación, a niveles relativamente equivalentes a los de antes de la crisis)
  •  Desocupación en niveles superiores a los que los estados pueden cubrir con seguros de desempleo
  • Flexibilización de las condiciones laborales.
  • Incremento en muertes derivadas de la falta de atención ocasionada por la cuarentena. (En el estado de Nueva York, las muertes por deficiencias cardiacas se incrementaron en 800% angioplasty.com)
  • Implementación de un nuevo régimen de miedo, distanciamiento y vigilancia.


Como notarán, el tono y la estética de esta crónica reflexiva es condescendiente, y no se equivocan, nadie pretende convencer o demostrar con irrefutable argumentación estos hechos. Como tampoco pretendo explicarle a un terraplanista su incapacidad cognitiva, ni aquellos que creen en las instituciones, su pequeñísima visión del mundo.
Claramente, esto es una guerra en la cual hay que destruir a todos aquellos imberbes que, teniendo las pruebas en frente de sus narices, de todas maneras, eligen la versión de los medios y los estados como empleados sacerdotales de éstos. Dejando que el miedo, el caos y el horror que les infunde la idea de desafiar lo que dice el hermano mayor, nuble, en el mejor de los casos, una de las mejores cualidades que supimos tener los seres humanos, el resistir los estatus quo y las doctrinas, la curiosidad por una visión diferente de algo que hasta ese momento tenía una explicación grabada a fuego en nuestras conciencias. Eso estimados, esa gente que cada vez, es más, hay que eliminarla…en el mejor sentido de la palabra, hacerlas vivir en el ostracismo de sus propias ideas, ridiculizarlos cada vez que las esgriman.
Sin cuartel, sin prisioneros, nuestra cada vez más reducida libertad, va en ello.
BK.



4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno Braulio. Poniendole nombres y hechos a lo que muchos pensamos sobre esta vorágina de acatar sin pensar y la bola de nieve que se sigue agrandando cada vez más.
abrazo.
Alí.

Unknown dijo...

Y si,ya todos lo pensamos,en parte,creo no estar equivocados,la pregunta que me hago,con que fin?,Bueno de ahí mil respuestas!!

Anónimo dijo...

Excelente artículo. Comparto totalmente. Gracias por expresarlo

Pacha dijo...

Creo que la razón está silenciada, pero está. El control de la Sociedad que se había independizado demasiado, y "deseado" demasiado.
Hay franjas que deben desaparecer, y así, no molestar, no malgastar "insumos", porque no valen la pena ( para ellos).
Para los que ejercen el Control. Desde un principio, se sospechó de Gran Bretaña, pero, me incliné por USA, y, aún, tengo alguna incertidumbre que me lleva a pensar en ese país, que tiene a un insano como Presidente. No hay que olvidarse que de ahí, vinieron los primeros "apoyos" cuando la campaña electoral, y, no fue sólo en Uruguay, sino en todo país que enten el que estuviera gobernando la izquierda o tuviera peligro de.
Excelente artículo,y, me lleva a posar nuevamente la mirada donde la tuve desde un principio. Estuvo y está muy bien "manejado" lo del miedo. Yo ya había dejado de pensar en las causas, en los porcentajes, en todo lobqueven un principio me slertoo, y ya estaba dominada por el miedo.